Griego
eh-LAH-rah
Elara es una de las lunas de Júpiter, nombrada a su vez por una amante de Zeus en la mitología griega. El nombre evoca una belleza celestial, misteriosa y distante, perfecta para un gato con una presencia serena y majestuosa.
Personalidad Base: Independiente, elegante, misterioso, sereno, observador.
El nombre Elara captura la esencia de un gato independiente y elegante al evocar la imagen de un cuerpo celeste que orbita con gracia y autonomía. Sugiere un animal que, aunque afectuoso en sus propios términos, posee un aura de misterio y una dignidad tranquila que no busca validación constante. Refleja una personalidad observadora y calmada, que se mueve por su entorno con la seguridad silenciosa de quien conoce su propio valor. Es un nombre para un compañero que es una presencia constante pero no demandante, como una luna que ilumina suavemente la noche.
En la mitología griega, Elara era una princesa mortal, amada por Zeus, quien la ocultó bajo la tierra para protegerla de la ira de Hera. Su hijo fue el gigante Ticio. El nombre, al ser adoptado para una luna de Júpiter, trasciende su origen terrenal para simbolizar algo bello, oculto y eternamente vinculado a lo divino y cósmico. Representa la dualidad entre lo accesible y lo inalcanzable, lo visible y lo secreto.
La pronunciación enfatiza la segunda sílaba: 'LAH'. La 'E' inicial es un sonido corto y abierto, como en 'elefante'. La 'r' es suave, no vibrante. En conjunto, fluye con suavidad: eh-LAH-rah. Es un nombre fácil de decir y de llamar, con un sonido melodioso que termina en una vocal abierta.
Elara es un nombre sofisticado que se adapta bien a hogares tranquilos o con niños mayores que respetan la independencia felina. Su sonido suave y no confrontativo es ideal para entornos con otras mascotas, ya que no contiene sonidos estridentes que puedan causar confusión o sobresaltos. Promueve una dinámica de respeto mutuo y calma en el hogar.